AUTOBIOGRAFÍA
Yo, Esmeralda Elizabeth Carrillo Torres. Actualmente soy estudiante del 3° grado de Licenciatura en Educación Primaria en la Escuela Normal de Zumpango, ubicada en el mismo municipio, Bo. de San Lorenzo, Calle Bravo No. 5; nací hace 20 años, un 24 de diciembre de 1987, a las 5:00 de la madrugada. En un hospital de Tula de Allende, Hidalgo.
Mis padres. Enrique Carrillo Lemus quien se dedica a la música y mi mamá Esmeralda Torres Luna, antes Profesora y actualmente se dedica al hogar, tengo una hermana menor, tiene 17 años llamada Elia Lizbeth Carrillo Torres.
Según información obtenida de mi familia. Desde pequeña fui muy obediente y muy correcta, mostrando desde luego esa inclinación por lo artístico, la música, el baile, el canto, aparentemente heredado el gusto por parte de mi padre.
Antes de cumplir los 4 años. Mi mamá me inscribió en el kinder que se encuentra en el centro del municipio en el que vivo, El Jardín de Niños Rita G. De Labra, ahí curse 1° y 2° de preescolar. Era una niña muy seria que obedecía literalmente las indicaciones de mi madre, me agradara o no.
A los 5 años mi mamá me inscribió a la escuela primaria. Dicha institución está cerca de donde vivo, llamada Lic. Adolfo López Mateos, en Calle Braniff No. 37. Ahí cursé los 6 años con buenas calificaciones, sorprendí a los maestros con mi forma de leer, debo decir que cuando entre a la primaria sólo sabía escribir mi nombre, pero mi gusto por la lectura fue tanto que enseguida aprendí a leer mejor que los alumnos (as) de los terceros grados.
Dedique más tiempo a la escuela que al juego. Una vez entrando a la primaria, en casa raras eran las ocasiones que jugaba, todo el tiempo me la pasaba leyendo, haciendo tarea, escribiendo, con mi mamá o puliendo y arreglando mis muñecas; no jugaba con ellas para evitar se maltrataran porque mi mamá me había recomendado ser cuidadosa.
Terminé mi educación primaria a los 11 años e ingrese a la Secundaria. Cursé la educación secundaria en la Escuela Secundaria Técnica Industrial y Comercial No. 39 Profra. Concepción Mercado Jardón, ubicada en el mismo municipio Calle Zaragoza No. 500, Bo. De Santiago 2ª Secc., cerca de unos ranchos, a donde ahora se encuentra la Universidad Autónoma del Estado de México. En ella permanecí los 3 años, conocí a personas maravillosas. Todavía no se por qué estudie ahí, mi papá quería que estudiara en otra Secundaria, pero preferí irme a la secundaria técnica que tenía mejor nivel educativo aunque mala fama, por su ubicación.
Mi mamá que desde el principio no estaba de acuerdo con mi papá me llevo a inscribir sin que el supiera, a la escuela técnica. A pesar de lo que se decía de ella tenía mucha demanda y cuando fui no encontré lugar en el turno matutino y mi mamá no quería que estudiara en la tarde, bueno, yo tampoco me daba miedo, hasta ese momento nunca me había separado de mi mamá, el estar en una escuela nueva con chavos más grandes que yo y de noche, me daba pánico. Pero si quería estudiar tenía que vencer ese miedo y así lo hice.
Se presentó una “oportunidad” que deje pasar. En el primer bimestre el Director de la escuela al ver mis calificaciones, me propuso cambiarme de turno, porque según los mejores promedios estaban en la mañana y en la tarde íbamos los de menor calificación, los latosos, rechazados y demás. Pero con todo eso, no quise. Paso el segundo bimestre y el Prof.. volvió a hacer su propuesta, misma que reitero hasta que yo iba en 2° grado, pero no acepte, se molesto pero, ¿era mucho pedirle que comprendiera?, que desde el momento en que ingrese, la escuela formo algo muy importante para mi, que ya me había adaptado al ambiente, a mis maestros, a mis amigos, al horario, muy cómodo por cierto y que ahora no sólo por cubrir los caprichos del Prof. iba a cambiarme de turno y luego mirar hacia abajo a mis compañeros (as) que por ir en la tarde eran menos capaces que yo. Y eso de etiquetar a los alumnos (as) como ellos lo hacían no me gustaba.
Vine a romper con las expectativas de los Profesores y compañeros (as). Estaba muy contenta con mis logros, los maestros también lo estaban y el Director no entendía porque seguía en la tarde. Al termino de los tres años, obtuve el 1er lugar de la escuela superando por mucho a los alumnos (as) del turno matutino, 1°, 2° y 3° lugares los teníamos alumnos (as) del turno vespertino. Para el Prof. sólo yo y dos hombres habíamos sido mejores que todos los de la mañana.
Cambio su manera de pensar con respecto a los alumnos (as) de la tarde, dejo de idealizar y de proteger a los alumnos (as) del turno matutino. Lo que escuche es que la generación que seguía a la mía también logro superar a los chicos del turno matutino y así ha sido hasta ahora, hemos demostrado que un turno no te hace más o menos inteligente, todo es cuestión de que tú quieras.
Estar en esa escuela fue una experiencia inolvidable, me gane la admiración y cariño de los maestros, había podido contra la población masculina de la escuela que era mayor a la femenina y con las limitaciones de algunos maestros que creían que los hombres eran más listos que las mujeres, cómo una mujer iba a tener el 1er lugar en calificación habiendo tantos hombres.
Forme parte de la banda de guerra, del grupo oficial de porristas, de las bastoneras, del grupo que hacía tablas rítmicas con grado de dificultad, del grupo de edecanes, de la escolta, del coro, en todo estaba y cumplía, no se como ahora no se me organizar.
Cuando tenía 14 años ingrese a la Preparatoria Anexa a la Normal de Zumpango que forma parte de la escuela en la que ahora estudio. Fue muy raro porque siempre había sido muy organizada y planeaba lo que haría, recuerdo que estaba en sexto de primaria y ya sabía donde iba estudiar; decía que la secundaria en la escuela Técnica, la preparatoria en la PAN y la Licenciatura en la Normal y así ha sido.
Cuando iba en la secundaria realice tramite para ingresar a la preparatoria y mi mamá se sorprendió porque cuando salí ya estaba preinscrita y ella ni sabía.
Mi ingreso a la Preparatoria fue complejo. Después de pruebas y exámenes, logre ingresar a la escuela entre cientos de aspirantes, pero entrando me frustre, mis calificaciones habían bajado y me costo trabajo poder entender que ya no era lo mismo, que los buenos tiempos, las felicitaciones y las calificaciones excelentes se habían acabado. Me costo mucho trabajo adaptarme, empezando por el horario, todavía no me acostumbro, aunque el nivel de exigencia y de tensión era el mismo, porque en la escuela anterior me exigían más arriba del nivel. Fui porrista, en varias ocasiones cinco amigas y yo presentamos bailes modernos, fui edecán, maestra de ceremonias. Nunca pude sobresalir, aunque llevaba buenas calificaciones.
Antes de terminar la Preparatoria, inicie el trámite para ingresar a la Normal. Mi mamá no estaba de acuerdo porque decía que entre tantos era imposible que me quedara, que mejor lo intentara en la universidad, le recordé cuando así me decía de la Preparatoria; aun ella dudándolo logre quedarme.
Mi estancia en la Normal de Zumpango ha sido complicada pero provechosa. En un inicio la escuela me pareció diferente a lo que es actualmente, era lógico me faltaba mucho por conocer igual que ahora. Es cierto que la carrera no es nada fácil y eso que dicen “aunque sea de maestros” no saben ni en lo más mínimo de lo que están hablando, todo cuesta trabajo, pero lo que más se me hizo difícil en un principio fue planear por sistematización, ahora no digo que soy un as realizando planeaciones pero ya puedo elaborarlas, claro con errores, además se me dificulta demasiado la evaluación y más porque la requieren con rubros y criterios indicadores. Estoy más preocupada porque para este semestre necesitó aprender a planear de forma global y si no logro planear bien al 100% por sistematización, me será más complicado hacerlo de forma integrada.
Pero tengo confianza, con compromiso, responsabilidad, disposición, esfuerzo y demás se logra.
ENSEÑANZA Y FILOSOFÍAS DE LA ENSEÑANZA
El texto elaborado por Grirtz, Silvina y Mariano Palamidessi (1998), “La enseñanza” y “Una tarea abierta: pensar la buena enseñanza”, en El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza, Argentina, Aique, encontrado entre las páginas 133 a la 137 y de la página 186 a la 187, trata sobre la enseñanza y las filosofías de la enseñanza.
Comienza por definir que es la enseñanza:
LA ENSEÑANZA
¿Qué es la enseñanza? Es una actividad, un hacer, una práctica. Actividad en la que debe haber al menos dos persona, una que posee un conocimiento o una habilidad que la otra no posee; la primera intenta transmitir esos conocimientos o habilidades a la segunda, estableciéndose entre ambas una relación a fin de que la segunda los adquiera (Gray Fenstermacher). La enseñanza como un intento. Porque el hecho de que el docente enseñe no significa que el alumno aprenda.
Siguiendo con la relación que existe entre la enseñanza y el aprendizaje, dejando en claro que son procesos que aunque relacionados no dejan de ser diferentes:
LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE
La relación entre la enseñanza y el aprendizaje es de dependencia ontológica y no de causalidad. Si no hubiera alguien que aprende, de qué serviría enseñar.
¿En qué difieren la enseñanza del aprendizaje? El aprendizaje se produce dentro de la propia cabeza de cada uno. La enseñanza se produce estando presente estando una persona más, no es algo que ocurra dentro de la cabeza de un solo individuo. El aprendizaje implica la adquisición de algo; la enseñanza implica dar algo. Por ello, enseñanza y aprendizaje son dos procesos diferentes.
La enseñanza es una actividad que busca favorecer el aprendizaje. Genera un andamiaje para facilitar el aprendizaje de algo que el aprendiz puede hacer si se le brinda una ayuda. Es una guía que se intenta proporcionar en el proceso de aprendizaje; el objetivo es el traspaso de competencias del enseñanza al aprendiz.
La enseñanza es “ayuda”, “guía” del aprendizaje que los alumnos realizan en la escuela. El aprendizaje se da en un contexto social, histórico y cultural determinado.
“La enseñanza es la promoción sistemática del aprendizaje mediante diversos medios” (Lawrence Stenhouse).
“La enseñanza es una actividad práctica que se propone gobernar los intercambios educativos para orientar en un sentido determinado los influjos que se ejercen sobre las nuevas generaciones” (Ángel Pérez Gómez).
Aunque aprendizaje y enseñanza sean procesos interdependientes, no es la enseñanza la causa del aprendizaje.
LA ENSEÑANZA COMO SOSTÉN Y GUÍA DEL APRENDIZAJE
En el aprendizaje mediante “andamiajes” o esquemas de intervención, el niño empieza por realizar las tareas más fáciles mientras el adulto se reserva las más complicadas; así aprendimos a hablar, a caminar, a desenvolver pequeños juegos, a andar por la calle. A medida que el niño adquiere el dominio de sus tareas, el adulto empieza a quitar su apoyo. Es un proceso de “aprendizaje guiado”, su objetivo es el traspaso de competencias del que sabe al que aún no sabe.
UNA TAREA ABIERTA: PENSAR LA BUENA ENSEÑANZA
Las escuelas y los equipos docentes deben reconstruir aquello que consideran una buena enseñanza. No es algo que pueda ser “comprado”, ni debería ser impuesto desde afuera por ninguna autoridad educativa. Si no que es una noción, una idea reguladora que se va armando en nuestras cabezas.
La buena enseñanza es aquella que enseña bien algo bueno, en el sentido epistemológico, como un sentido ético-social y personal. Es aquella que es eficaz en la tarea de brindar buenas ayudas para el aprendizaje. Pero no se puede decir científicamente cómo debe ser una buena enseñanza, ese es un asunto discutible, sujeto a las perspectivas, los intereses, los deseos del que lo postula, ya sea una persona, una institución o un grupo social. Es algo que debemos descubrir, construir, experimentar.
PROGRAMACIÓN DE AULA, ¿PARA QUÉ? ORIENTACIONES DIDÁCTICAS PARA LA PLANIFICACIÓN DE LA INTERVENCIÓN DOCENTE EN EL AULA
En el texto redactado por Carvajal, F. et. Al., (1997), “Programación de aula ¿para qué? Orientaciones didácticas para la planificación de la intervención docente en el aula”, en Aula de innovación educativa, año VI, núm. 57, febrero, Barcelona, que se encuentra de la página 65 a la 72, se habla sobre la importancia de la planificación de las actividades a desarrollar en el aula.
Planificar lo entendemos como un proceso de previsión y reflexión sobre la práctica, que reporta calidad a la enseñanza; que facilita la autonomía pedagógica del profesorado, en pos de favorecer las mejores condiciones para que las niñas y los niños aprendan.
Al diseño ha de seguir el desarrollo y su valoración como procesos de construcción y reconstrucción progresiva.
“Programar es establecer una serie de actividades en un contexto y un tiempo determinados para enseñar unos contenidos con la pretensión de conseguir varios objetivos” (F. Imbernón, 1992).
Tras el diseño de la planeación, es obligado el desarrollo y la puesta en práctica de lo programado (enseñanza interactiva) y la valoración procesal y final de lo acontecido (enseñanza postactiva). Como objetivo teniendo que: “las decisiones que se han de tomar en la intervención didáctica sean reflexivas y explícitas, subjetivas y objetivas” (Imbernón, 1992); contextualizadas y flexibles, con capacidad de atender a la diversidad e integrar aspectos no previstos.
Se requiere planear la práctica para:
Ø Eliminar la improvisación y el azar, el espontaneísmo irreflexivo y la actividad por actividad.
Ø Evitar lagunas y saltos injustificados, programas incompletos e inconexos.
Ø Reducir la dependencia de diseños externos y materiales descontextualizados.
La programación supone, reflexionar, prever pertinentemente en torno al qué, cómo, cuándo y por qué.
Lo que cada uno entiende por cómo enseñar está relacionado con la concepción de cómo creemos que se produce el aprendizaje.
Ø El objeto de conocimiento “una suma, un agregado, un juntar una serie de partes”, “algo absoluto, como algo que está cerrado y acabado”. Un todo, una totalidad integrada, dinámica y compleja que se construye y reconstruye.
Ø Sujeto de aprendizaje “un ser que reconoce, reproduce, repite”, y hasta que no es enseñado no sabe. Al que aprende se le puede ver como sujeto que establece, descubre, construye, transforma relaciones, significados y funciones inherentes al objeto. Conoce y sabe antes que se le enseñe sistemáticamente.
El aprendizaje es un proceso no finito, no acabado; todos podemos y debemos seguir aprendiendo.
La enseñanza es relativa porque está sometida a las características del proceso de aprendizaje, subordinado a la procedencia y vivencia sociocultural del que aprende.
“El aprendizaje es la actividad misma del individuo, la enseñanza es una intervención exterior” (Foucambert 1976).
El trabajo de los docentes no es tanto enseñar como crear las condiciones para que niñas y niños aprendan.
Si aceptamos que “el aprendizaje en el aula es situacional, contextualizado por la estructura de tareas académicas y por el clima ecológico fruto de la negociación del grupo” (Pérez Gómez, 1983).
La planeación es un proyecto didáctico caracterizado, además de la flexibilidad por:
Ø Coherencia. La consonancia es ineludible.
Ø Contextualización. Diseño didáctico adaptado a alas características socioculturales y ambientales del contexto.
Ø Intencionalidad. Responde a pretensiones, a un para qué.
Ø Utilidad. Utilidad real y su aplicación.
Ø Realismo. Evitar el excesivo formalismo.
Ø Cooperación. Imprescindibles el trabajo cooperativo. Salir de la cultura profesional del individualismo para instalarnos en la de cooperación, colaboración y trabajo compartido.
Ø Variedad. Distintas formas y situaciones de aprendizaje; articular en torno a talleres, rincones, centros de interés, proyectos de trabajo e investigación, por temas, por áreas.
Posibles estrategias para planificar una unidad de programación:
Partimos de la elección del eje que vertebrará la unidad de programación. Próximos a los interese y necesidades de aprendizaje (del alumnado y del contexto).
Clarificación conceptual de los temas o ejes elegidos. Explicitar los conceptos y relaciones implicados en el objeto de trabajo, aspectos que se dominan o desconocen.
la determinación de las pretensiones responden básicamente al qué y al por qué. Lo que pretendemos determinará la acotación. Los conocimientos previos, propician un aprendizaje significativo.
La planificación a partir de la tipología, estructura y secuencia de tareas. Hacemos una previsión de las tareas que hay que plantear (estrategia inductiva).
A partir de las tareas diseñadas y un proceso de “vaciado” los objetos didácticos, los contenidos y los aspectos metodológicos albergados en las tareas.
la evaluación. Valoración del aprendizaje y de la enseñanza, contempla los siguientes aspectos: adecuación y coherencia, intereses y necesidades de aprendizaje del alumnado, materiales y recursos.
Evaluación. Actividad valorativa e investigadora, facilitadota del cambio educativo y del desarrollo profesional, su objeto es el todo el proceso educativo.
La evaluación ofrece informaciones al alumno sobre su propio aprendizaje, sus progresos y dificultades, como progresará del heteroaprendizaje al autoaprendizaje.
Intervención en el aula. La organización de los contenidos está caracterizada por un enfoque globalizador, establece relaciones significativas y no artificiosas (Zabala, 1989).
“El constructivismo caracteriza el aprendizaje como un proceso en el que el individuo parte del cuestionamiento de lo que sabe, para pasar a apropiarse de informaciones significativas respecto a lo que se cuestiona y a lo que se interroga” (F: J: Merchán, 1993).
Globalización:
Ø Las actividades. Habrá ocasiones en las que no todas las niñas y los niños estén ocupados en una misma actividad al mismo tiempo: la simultaneidad y la opcionalidad son ricos recursos estratégicos para lograr la responsabilización y la autonomía del que aprende.
Ø Organización social del aula. Relaciones de comunicación y agrupamientos. No sólo se aprende por transmisión directa del docente al grupo (relación unívoca y asimétrica). También se producen aprendizajes por la interacción entre iguales (relaciones simétricas).
Ø La distribución del espacio y del tiempo. El espacio no es un elemento aséptico ni neutral. Determinada distribución del espacio y del mobiliario facilitará o cortará las relaciones bidireccionales e interacción grupal. Un aspecto fundamental de la convivencia es la apropiación de una determinado espacio: cuanto más suyo se lo hagan los alumnos más fácil será la convivencia y la participación educativa, (Imbernón, 1992).
Ø Materiales curriculares. Los materiales se han de adecuar y estar en consonancia con la programación, a la par, diversos y variados con distintos soportes y formatos.
QUÉ DEBE CAMBIAR EN LA EVALUACIÓN
· EL OBJETO DE LA EVALUACIÓN: hay que cambiar la mentalidad de que lo evaluable es la cantidad de contenidos conceptuales que han adquirido los alumnos. No es así. El referente de toda evaluación son los objetivos que se deben alcanzar.
Es imprescindible valorar no sólo los aprendizajes, sino también los proceso de enseñanza. La práctica docente, habrá de evaluarse. La evaluación interna del funcionamiento del centro, para el avance en la calidad educativa que este ofrezca.
· LOS AGENTES EVALUADORES: ya no es sólo el profesor el que evalúa al alumnado, sino que hay que implicar al propio alumno en su evaluación. Incorporarse a la práctica del aula actividades de coevaluación, en las que se evalúe entre todos el trabajo desarrollado.
· LOS TIPOS DE EVALUACIÓN: la evaluación formativa está encaminada a mejorar los procesos y alcanzar mejores resultados y nunca a “etiquetar” sujetos.
Según el momento en que la evaluación se aplique, podrá ser inicial, procesual o final: para detectar la situación de partida, valorar el desarrollo del proceso y decidir los resultados conseguidos.
En función del referente evaluador, externo o interno, la evaluación aplicable podrá ser criterial o idiográfica, según marque unos criterios externos al alumnado.
BIBLIOGRAFÍA
Casanova, María Antonia (1998), “Qué debe cambiar en la evaluación”, en La evaluación educativa. Escuela básica, México, SEP/Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España, pp. 135-137.
ASIGNATURA: PLANEACIÓN DE LA ENSEÑANZA Y EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.
Intervención en el aula. La organización de los contenidos está caracterizada por un enfoque globalizador, establece relaciones significativas y no artificiosas (Zabala, 1989).
“El constructivismo caracteriza el aprendizaje como un proceso en el que el individuo parte del cuestionamiento de lo que sabe, para pasar a apropiarse de informaciones significativas respecto a lo que se cuestiona y a lo que se interroga” (F: J: Merchán, 1993).
Globalización:
Ø Las actividades. Habrá ocasiones en las que no todas las niñas y los niños estén ocupados en una misma actividad al mismo tiempo: la simultaneidad y la opcionalidad son ricos recursos estratégicos para lograr la responsabilización y la autonomía del que aprende.
Ø Organización social del aula. Relaciones de comunicación y agrupamientos. No sólo se aprende por transmisión directa del docente al grupo (relación unívoca y asimétrica). También se producen aprendizajes por la interacción entre iguales (relaciones simétricas).
Ø La distribución del espacio y del tiempo. El espacio no es un elemento aséptico ni neutral. Determinada distribución del espacio y del mobiliario facilitará o cortará las relaciones bidireccionales e interacción grupal. Un aspecto fundamental de la convivencia es la apropiación de una determinado espacio: cuanto más suyo se lo hagan los alumnos más fácil será la convivencia y la participación educativa, (Imbernón, 1992).
Ø Materiales curriculares. Los materiales se han de adecuar y estar en consonancia con la programación, a la par, diversos y variados con distintos soportes y formatos.
QUÉ DEBE CAMBIAR EN LA EVALUACIÓN
· EL OBJETO DE LA EVALUACIÓN: hay que cambiar la mentalidad de que lo evaluable es la cantidad de contenidos conceptuales que han adquirido los alumnos. No es así. El referente de toda evaluación son los objetivos que se deben alcanzar.
Es imprescindible valorar no sólo los aprendizajes, sino también los proceso de enseñanza. La práctica docente, habrá de evaluarse. La evaluación interna del funcionamiento del centro, para el avance en la calidad educativa que este ofrezca.
· LOS AGENTES EVALUADORES: ya no es sólo el profesor el que evalúa al alumnado, sino que hay que implicar al propio alumno en su evaluación. Incorporarse a la práctica del aula actividades de coevaluación, en las que se evalúe entre todos el trabajo desarrollado.
· LOS TIPOS DE EVALUACIÓN: la evaluación formativa está encaminada a mejorar los procesos y alcanzar mejores resultados y nunca a “etiquetar” sujetos.
Según el momento en que la evaluación se aplique, podrá ser inicial, procesual o final: para detectar la situación de partida, valorar el desarrollo del proceso y decidir los resultados conseguidos.
En función del referente evaluador, externo o interno, la evaluación aplicable podrá ser criterial o idiográfica, según marque unos criterios externos al alumnado.
BIBLIOGRAFÍA
Casanova, María Antonia (1998), “Qué debe cambiar en la evaluación”, en La evaluación educativa. Escuela básica, México, SEP/Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España, pp. 135-137.
ASIGNATURA: PLANEACIÓN DE LA ENSEÑANZA Y EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.
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